Julio 31, 2020 | Por: Mónica Eden Wynter
La observación electoral es un mecanismo de vigilancia y monitoreo de los comicios -por parte de la ciudadanía- que existe en México desde hace poco más de un cuarto de siglo. Tiene como fin identificar y prevenir errores, distorsiones y manipulaciones en los procesos electorales, inhibir prácticas indebidas, señalar áreas de mejora y proponer acciones para que los comicios cumplan con estándares óptimos.1
Esta actividad contribuye al desarrollo democrático y al fortalecimiento del sistema electoral de nuestro país, robusteciendo su credibilidad, confianza y transparencia. Si hoy contamos con instituciones electorales profesionales, reglas claras del juego y procedimientos electorales de calidad e, incluso, reconocidos en el mundo, se debe en parte a los aportes de miles de personas que han observado nuestras elecciones.
La observación electoral se incorporó a nuestra legislación en 1993 para estar presente en las elecciones federales del año siguiente. Su inclusión en los comicios respondió a la desconfianza y exigencia por parte de la sociedad civil, así como de los partidos políticos de oposición.2 También en 1994 se incorporó -por primera vez en una elección federal- la figura de visitantes extranjeros ante la creciente presión internacional para la apertura y transparencia de las elecciones mexicanas.
Paralelamente, desde 1994 se creó un Fondo de Apoyo a la Observación Electoral con el acompañamiento de la Organización de las Naciones Unidas. Este fondo, único en su tipo en el mundo, tiene como fin aportar asistencia técnica y financiera a las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) que observan las elecciones. El fondo es financiado por las instituciones responsables de los comicios3, y en nueve ediciones ha apoyado 244 proyectos de monitoreo.4
Aunque es una práctica que existe en más de noventa países5, en México la observación electoral forma parte de las características del sistema electoral en las que la ciudadanía es pieza fundamental. Para entender su desarrollo a lo largo de los años, es importante considerar que no es una figura estática, sino en constante transformación. Por ello, en este texto se aborda la naturaleza de esta figura, las características que ha ido adquiriendo, así como los desafíos a los que se enfrenta.
I. La esencia de la observación electoral
Uno de los elementos más reconocidos sobre la naturaleza de la observación electoral es su relación con los derechos humanos. Esta actividad concreta el ejercicio de derechos políticos como: asociarse y expresarse libremente, participar en los asuntos públicos, así como buscar, recibir y difundir información, que son requisitos fundamentales para la transparencia y la rendición de cuentas.
Estos derechos están consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada en 1948 y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966. Además, aporta una perspectiva crítica de las elecciones por parte de la ciudadanía, contribuyendo a la protección de la integridad, la justicia, la autenticidad y la calidad de las elecciones. Por ello, las personas que se comprometen en esta actividad también son consideradas defensoras especializadas en derechos civiles y políticos.6
Otro aspecto relevante de la vigilancia electoral lo precisa John Keane en su descripción de la democracia monitorizada, que es una nueva fase en la larga trayectoria de la democracia.7 Este autor apunta que -en esta fase- los mecanismos de escrutinio y control público, como la observación electoral, redefinieron la geografía y las dinámicas políticas, extendiendo los contrapesos del poder a la sociedad. Argumenta también que el efecto principal del monitoreo electoral es que aumentó la sensación de que los comicios importan y que es necesario alcanzar estándares de calidad, justicia y apertura.
Finalmente, otro aspecto sobre la esencia de la observación electoral tiene que ver con los valores que representa y las responsabilidades éticas que implica. Entre estas se encuentran: actuar con neutralidad política e imparcialidad, no obstaculizar las elecciones, emitir información objetiva, transparente, documentada y oportuna, así como también actuar con independencia del gobierno, de los partidos políticos y contendientes, así como de las instituciones electorales.8 Por ello, es preciso señalar que, en esencia, la observación electoral encarna derechos políticos pero, al mismo tiempo, implica responsabilidades éticas.
II. Características de la observación electoral en la actualidad
Más allá de la evolución de la observación electoral en nuestro país y de los temas que ha ido abordando en distintos procesos electorales, convendría quizá definir algunas de las principales características que actualmente tiene. Estas se encuentran interrelacionadas y son: la extensión de su temporalidad, la ampliación de sus temáticas y el creciente uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
III. Desafíos de la observación electoral
México se encuentra frente a un escenario político-electoral complejo de cara a las elecciones intermedias de 2021. En tal contexto, los ejercicios de observación electoral deben mantenerse más atentos y comprometidos para desarrollar su labor en los próximos meses. Dos desafíos inmediatos que se estima que enfrentarán son: observar elecciones en el contexto del COVID-19 y el monitoreo de la participación política de las mujeres con importantes cambios recientes en la legislación.
Sobre el primer desafío, al momento hay un poco más de una treintena de países que han llevado a cabo elecciones nacionales, subnacionales o referéndums durante la pandemia del COVID-19.12 A partir ello, se han generado nuevos protocolos, análisis, foros de discusión, entre otras herramientas valiosas, que analizan las lecciones aprendidas y los retos para que durante los comicios se proteja la salud del electorado y la de todos los actores involucrados.13 El reto es balancear -con total responsabilidad- la salvaguarda de la salud sin que ello implique la disminución de la participación ciudadana o el detrimento de la calidad y la integridad de las elecciones.
En el caso del monitoreo electoral, ello implica conocer dichos protocolos y observar su aplicación en nuestro país por parte de las autoridades electorales, candidatos, partidos políticos, funcionarios electorales y electores, entre otros actores involucrados. También deberán tomar medidas sanitarias que les permitan ejercer su función con total seguridad a fin de que no sean factor de transmisión o tengan riesgo de contagiarse. Para ello, requerirán estar pendientes y en contacto con las autoridades electorales y sanitarias, así como respetar los protocolos y recomendaciones correspondientes.
Otro desafío será vigilar el cumplimiento y la operación de las nuevas reglas del juego en materia de derechos y participación política de las mujeres. Esta actualización en el marco legal incluye la reforma a diez artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), que entró en vigor en junio del año pasado, con el fin de que exista paridad en todos los cargos y espacios de toma de decisiones públicas. De igual manera, incorpora la reciente reforma a ocho leyes de la CPEUM sobre violencia política contra las mujeres en razón de género que entró en vigor en abril de 2020. Con esa reforma este concepto se define, se tipifica, se establecen competencias institucionales y también sanciones.
En este sentido, entre los desafíos para la observación electoral se encuentran: conocer las actualizaciones en el marco legal, monitorear la armonización legislativa en las entidades federativas, dar seguimiento a víctimas de violencia política en razón de género y contribuir a las actividades para prevenirla y eliminarla. Es decir, el monitoreo electoral continuará teniendo un rol fundamental para consolidar la democracia paritaria en nuestro país.
Una recomendación para enfrentar estos retos de manera efectiva es que la observación electoral se realice con un enfoque en el ciclo electoral,14 que implica realizar labores de vigilancia trascendiendo la mera fase electoral para abarcar también las etapas pre-electorales y postelectorales. Adicionalmente, otro desafío que será novedoso en México en el mediano plazo es la revocación de mandato presidencial. Más allá de cómo se organice, representará una oportunidad para que los observadores electorales le den seguimiento, vigilen su desarrollo, reporten sus hallazgos y hagan propuestas para mejorar este mecanismo de democracia participativa. Como podemos ver, el potencial de la observación electoral es más amplio que nunca; de ahí su importancia para seguir fortaleciendo el sistema electoral, así como la democracia en nuestro país.
* Las opiniones aquí expresadas son personales y no representan al PNUD, su Junta Ejecutiva, ni sus Estados Miembros.
1 Red de conocimientos electorales ACE. Observación Electoral. En la Enciclopedia Ace Versión 2.0. http://aceproject.org/main/espanol/po/poa03.htm
2 Benitez Manaut, R. (1996). La ONU en México: elecciones presidenciales de 1994. Foro Internacional, Vol. XXXVI (Núm. 3) 533-565.
3 Fue financiado hasta 2012 por la Secretaría de Gobernación (SEGOB) y el Instituto Federal Electoral (ahora Instituto Nacional Electoral). En 2015 se unió el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y en 2018 se les incorporó la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, sin la participación de la SEGOB.
4 Instituto Nacional Electoral. (2018) Informe final que presenta la Coordinación de Asuntos Internacionales sobre el Fondo de Apoyo a la Observación Electoral 2017-2018. https://repositoriodocumental.ine.mx/xmlui/bitstream/handle/123456789/99557/CGor201811-28-ip-5.pdf
5 Global Network of Domestic Election Monitors. (03 de abril de 2012). Declaración de Principios Globales para la Observación y Monitoreo no Partidario Realizado por Organizaciones Ciudadanas. https://gndem.org/es/assets/pdfs/DoGP_es.pdf
6 Global Network of Domestic Election Monitors (2012).
7 Keane, J. (2018). Vida y muerte de la Democracia. Fondo de Cultura Económica e Instituto Nacional Electoral.
8 Global Network of Domestic Election Monitors (2012).
9 Sjoberg, F. (17 de agosto de 2012). Making voters count: evidence from field experiments about the efficacy of Domestic Election Observation. Columbia University Harriman Institute. Working Paper No. 1.
10 Instituto Nacional Electoral (2012).
11 Participación Ciudadana. #Red Observación IECM. Instituto Electoral de la Ciudad de México. https://www.iecm.mx/participacionciudadana/red-de-observacion-iecm-presentacion/que-es-la-red-de-observacion/
12 Idea International. (18 de marzo de 2020). Global Overview of COVID-19: Impact on elections. Institute for Democracy and Electoral Assistance (IDEA).
https://www.idea.int/news-media/multimedia-reports/global-overview-covid-19-impact-elections
13 Ver por ejemplo el compendio de ACE Project sobre COVID-19: http://aceproject.org/covid-19
14 Enfoque desarrollado por IDEA Internacional y la Comisión Europea en 2005. Para más información ver El Ciclo Electoral en Línea de IDEA Internacional.